Alejandro Arteaga
BIBLIOTECA MÍNIMA
El misterio de Alphabet City
W. J. Schröder
En la quinta parte de la exitosa serie novelesca de W. J. Schröder, la estudiante neoyorkina Roberta Zephyr debe enfrentarse a un asesinato que roza los confines de lo macabro. ¿Quién pudo asesinar y para qué a Mrs. Bessie Parker, presidenta de la Unión de Críticos de Broadway y esposa del reconocido actor Frank O’Hara?
¿Qué mensaje envía el asesino al disponer de esa manera la escena del crimen en un lujoso departamento en Alphabet City? Y sobre todo, ¿qué intereses se juegan en la escena teatral ante la desaparición de una mujer tan poderosa?
La joven Zephyr deberá en principio echar mano de sus conocimientos sobre el drama isabelino, más tarde recorrer de manera laberíntica la geografía de Manhattan e inmiscuirse finalmente en un grupo clandestino de venta de restos humanos para desentrañar un misterio demasiado agreste del que, tal vez, no saldrá bien librada.
Ovnis sobre la Habana
Yanisleydi Paz
Una madrugada de 1960, mientras vuelven a casa por la orilla del malecón de La Habana, una pareja de pioneros —Yanelis Maceo y Malvito Sánchez— avista un ovni sobre el fuerte del Morro. Armado de un juego de luces sorprendente, el aparato sobrevuela el muelle y más tarde se pierde en la línea del océano. Según Malvito, se trata de un artefacto espía del Pentágono o, en el mejor de los casos, de una nave aliada del Kremlin. Según Yanelis, no es otra cosa más que la prueba fehaciente de vida más allá de los confines de la galaxia.
A partir de entonces una serie de hechos fantásticos acompañarán los fugaces encuentros de los alegres adolescentes, inmiscuidos como nadie en la campaña de alfabetización emprendida a lo largo y ancho de la isla. Años más tarde, el 20 de julio de 1969, mientras la misión del Apolo 11 aluniza, luego del enésimo reencuentro en la plaza de la Revolución con un auténtico aparato venido de las Pléyades, los dos jóvenes universitarios, sobrexcitados, se trabarán en una larga discusión política y fantasiosa en la cual pondrán en tela de juicio sus más arraigados principios, refrendarán los más entre lágrimas revolucionarias y harán suyos —y para lo que venga— unos versos de José Martí: “y te busqué por pueblos / y te busqué en las nubes, / y para hallar tu alma / muchos lirios abrí, lirios azules”.
Con aire de despedida
José Agrimensor
Durante el escaso tiempo libre que su oficio le permite, el empobrecido y amargado oficinista Enrique Garufa del Campo se da a la tarea de componer un extenso y mal versado poema a la muerte de su padre: Con aire de despedida. Accidentalmente el poema es leído por una atolondrada profesora universitaria vecina suya, Laura Emilia Ciavelli, quien sin tardanza lo comparte con sus pares de la Academia. Por un burlesco galimatías, propio de ilustrados, el burócrata es confundido en las fuentes históricas con uno de los bisnietos del ínclito poeta de la gauchesca Estanislao del Campo.
La suerte excepcional que corren los tímidos versos de Garufa, amparados por el revuelo de los enterados y un par de entusiastas publicaciones, lo tornan instantáneamente una leyenda en la vida bohemia del puerto de Buenos Aires. Sin tardanza, el poema es leído en clave premonitoria —aderezado por la célebre ironía legada por el autor del Fausto—, muy lejos del íntimo homenaje que el oficinista pretendía ofrendar a su viejo, un cuchillero muerto a traición al pie del paredón de la Recoleta.
Animado a pesar de todo por la celebridad inmediata, Garufa del Campo se presta a la comedia, se deja consentir y elevar a figura de las letras nacionales, aunque en la intimidad de su covacha una melancolía perdularia no lo abandonará más.
La sombra del tiempo
Rosemary Lloyd
La aclamada escritora británica se propuso en esta primera novela reconstruir metódicamente la vida de su madre, Vivian Lloyd, desde su propia voz; setenta años de una vida de obediencia y dedicación, de maternidad y orden doméstico atravesados por el tormentoso pensamiento de una mujer que, sólo en apariencia, guarda sumisión ante los usos y costumbres de su familia pero, por dentro, estiba y orienta una reflexión radical que lo mismo condena su embarazo inconsciente a temprana edad, el esfuerzo por guardar las apariencias, así como los privilegios de los hombres que la rodean y la malsana obediencia de las mujeres que la antecedieron; un discurso colosal donde Rosemary Lloyd despliega un genial teatro de máscaras cuyos rostros verdaderos, convenencieros, deformes, animalescos, violadores y ladrones se mostrarán sin tardanza.
La sombra del tiempo es una novela cuya prosa arrebatadora pondrá a más de un lector de pie y a más de una lectora en franco combate.
Nocturno
Irina Shcherbakova
“El estilo epistolar no puede aprenderse, porque es un don que sólo poseen las mujeres”, dice Gustave Flaubert en Bouvard y Pécuchet, e Irina Shcherbakova se propone demostrar el aserto en esta evocadora novela donde su protagonista, Ivana Bogdánova, antes de marcharse para siempre de San Petersburgo, recorre sus calles y sus plazas, se detiene en los puentes sobre el río Neva y pasa revista a los salones del Palacio de Invierno con ánimo de recrear una época de traiciones, asesinatos, dolidas añoranzas y escasos días felices mediante una serie de dilatadas cartas que escribe, cada noche, a familiares suyos y a los más indistintos personajes reales o ficticios —entre otros, Lev Tolstoi, el zar Nicolás II, Vladimir Nabókov, Rodión Románovich Raskólnikov, Vladimir Ilich Uliánov, alias Lenin, la perra Laika, Aliona Ivánovna, Mijaíl Gorbachov o Vladimir Putin—.
La reunión de esas sentidas misivas conforma de a poco un crisol impresionante, la trama especular y fragmentaria de una familia cuyos miembros parecen camuflarse con los hechos históricos de un país nocturno cuya última luz se esfuma entre la niebla.